Jorge Vega Quizás los hombres nunca lleguemos a descubrir cómo lo hacen, pero somos testigos de la conexión tan fuerte que tienen con nosotros. Todas la madres que conozco siempre dicen “yo sé lo que tengo” al hacer referencia a sus hijos, y cómo no estarlo, si fueron ellas las que nos dieron un espacio de sus cuerpos para que creciéramos, luego nos cooperaron en todo el proceso de crecer, educarnos y estar siempre a nuestro lado. Estoy totalmente convencido de que cuando nace un niño, nace una madre. En ese momento las mujeres renuncian a ser sólo ellas y pasan a ser ellas y sus hijos. Me impresione de sobre manera, ver a las madres traduciendo e interpretando el balbuceo de sus hijos, yo siempre tengo necesidad de esa “traducción” siempre pregunto: ¿Qué dijo? Y en ese momento la “traductora” o “intérprete” me dice, como si el mensaje fuera más que evidente, ¡dijo tal cosa! Eso me hace pensar en el poema que la Mayu (una muy buena amiga) le hizo a su sobrina, en una parte dice: “Balb
Francia y Nicaragua