El viernes de la semana pasada asistí a un concierto de un cantante de la Costa Atlántica Nicaragüense, el sitio estaba perfectamente arreglado al estilo de la costa, bueno, al menos eso supongo, porque a pesar de nunca haber estado en esa región del país, el ambiente que se vivía era lo que nos han presentado en los textos educativos y en los eventos culturales; el estilo era bastante palo de mayo y reggae. Un cantante del Pacífico dio por iniciado el concierto, eso gracias a las melodías que salían de su boca y guitarra respetivamente. Unos minutos después, un grupo de bailarines entró y se quedó en el centro del escenario y empezó a bailar al ritmo de reggae, entraron con unas panitas de coco, vestidos de trajes muy coloridos y empezaron con sus movimientos muy sensuales que rápidamente captaron la mirada del público presente. Todos los bailarines eran negros (así se les llama en el Pacífico del país) o morenos, como se les llama en la misma Costa Atlántica, no había ni una
Francia y Nicaragua