El viernes de la semana pasada asistí a un concierto de un cantante de la Costa Atlántica Nicaragüense, el sitio estaba perfectamente arreglado al estilo de la costa, bueno, al menos eso supongo, porque a pesar de nunca haber estado en esa región del país, el ambiente que se vivía era lo que nos han presentado en los textos educativos y en los eventos culturales; el estilo era bastante palo de mayo y reggae. Un cantante del Pacífico dio por iniciado el concierto, eso gracias a las melodías que salían de su boca y guitarra respetivamente. Unos minutos después, un grupo de bailarines entró y se quedó en el centro del escenario y empezó a bailar al ritmo de reggae, entraron con unas panitas de coco, vestidos de trajes muy coloridos y empezaron con sus movimientos muy sensuales que rápidamente captaron la mirada del público presente.
Todos los bailarines eran negros (así se les llama en el Pacífico del país) o morenos, como se les llama en la misma Costa Atlántica, no había ni una sola persona blanca o paña (así se les llama en la Costa a los del Pacífico) ni un solo mestizo.
El hecho de que en el grupo no haya habido personas blancas, “claritas”o pañas, según yo, lograba dos objetivos; por un lado valorizar la idea de que es una danza que pertenece a un grupo específico y por otro, un poco simplista y relacionada con la observación anterior, cumplía con el requisito de ser un “atractivo” esperado, ¿Hubiera tenido el mismo sabor si los bailarines hubiesen sido blancos?
Quien conoce el Pacífico y Centro de Nicaragua, y es como yo que medianamente conoce de las muy variadas y dinámicas actividades culturales, sabe que los participantes de dichas manifestaciones, o los curiosos no son solamente blancos, ni tampoco negros, ni tampoco mestizos, son una mezcla de todos y entonces nace la pregunta, si los nicaragüenses no tenemos un color de piel único, ¿Por qué en la publicidad siempre priorizamos a personas blancas?, ¿Han notado que en muchas publicidades impresas aparecen estudiantes con estilo europeo?, ¿Qué de malo tiene presentar en la publicidad el color canela u oscuro de nuestros habitantes?
Si tan sólo tuviéramos el deseo de valorizar a nuestra gente, podríamos usar el ejemplo desarrollado por esos bailarines, que mantienen costumbres ancestrales y en las cuales los participantes han tenido el lugar que se merecen. Seguramente en diferentes momentos, negros y pañas bailaran y compartirán todas las danzas existidas y por existir, porque todos tenemos el derecho de aprender, conocer, compartir, lo primordial es no olvidar que nuestra tierra es muy variada, que los habitantes de estas tierras somos de diferentes tonos de piel, que la mezcla es muy propia de nuestros países latinoamericanos y que esa es una riqueza que está presente y no se puede ni debe ocultar. Nicaragua es mestiza, es morena, es blanca, es negra, es paña.
En una de las calles de Utrecht, 2020. Jorge Vega | Estoy súper feliz y agradecido con la vida. La semana pasada tuve la oportunidad de ir a Utrecht (Holanda), para estar presente en la celebración del primer aniversario de bodas de mi mejor amiga. Estaba súper contento por esta oportunidad de volvernos a ver físicamente, porque mi amiga estuvo viviendo en Europa, pero después se fue a vivir y trabajar a Asia y ahora está en Oceanía. Para no cansarles el cuento, estamos cada vez más lejos físicamente, pero las nuevas tecnologías nos han permitido mantener la comunicación y conservar nuestros lazos de amistad. ¡¡¡Qué calor!!! Estaba un poco estresado, porque vivo en Nantes, a más o menos una hora del Atlántico Francés y pues la Silvia había previsto su actividad en Utrecht (Holanda) a unas 6 horas en tren desde Nantes y unas 9 ó 10, 11-12 horas en carro… Depende de la velocidad en la que viajáramos y de las pausas que hiciéramos ¿Por qué estaba estresado? P...