Por: Jorge Vega Con los niños se aprende todos los días y su inocencia puede soltarte una buena sonrisa. Ellos te pueden hacer ver cosas que para uno son parte de lo cotidiano y no tienen importancia ni necesidad de cuestionarse. Hoy por la mañana, por ejemplo, mi sobrino de cuatro años me preguntó: Jorge, ¿Quién es esa muchacha que sale en la foto?, y yo le pregunté: ¿Qué muchacha? Y me dice: la que está en una foto, en un cuadro. A decir verdad no entendía de qué foto me hablaba y tampoco de qué muchacha, normalmente no tenemos tantas fotos en las paredes y para salir de la duda lo acompañé para ver la foto de la ¨muchacha¨ y resulta ser que esa ¨muchacha¨, era un cuadro de la Mona Lisa. El ha visto las fotos de mi papá y de mi hermano (ya fallecidos ambos) y algunas fotos mías, pero pienso que es normal que un niño de cuatro años vea todos los días un cuadro pequeño de una mujer que no conoce y de la que nunca se habla y que eso despierte su curiosidad, de ahí la pregun
Francia y Nicaragua