Por: Jorge VEGA
En la clase de Terminal (Francia), que sería el
equivalente a V año de secundaria en
Nicaragua, estamos trabajando la noción sobre la idea de progreso. Trabajamos una definición de la palabra progreso y la vamos a asociar a la globalización.
Como tarea para esta semana
tenemos que dar un ejemplo de progreso, razón por la cual decidí escribir un
ejemplo para mostrarlo en clases.
El correo de ayer, el actual y
del futuro
Hace 30 años las comunicaciones
no se hacían de la forma actual. Para comunicarse con alguien por correo, se
tenía que hacer uso del correo físico.
El problema del correo físico, sobre todo cuando el intercambio se hace entre
personas de diferentes países, es que tarda mucho tiempo en llegar y en
ocasiones las cartas se pierden o no llegan a su destino. Debido a esta
necesidad y a muchas otras más, se creó el correo
electrónico. El progreso con el
correo electrónico es evidente. Este medio de comunicación nos permite
intercambiar con personas de diferentes países y nos da la seguridad que la información
llegará a “buen puerto”, el envío es mucho más rápido y eficaz. Sin embargo, en
muchas ocasiones los “progresos”
pueden tener también consecuencias
negativas, por ejemplo, muchas oficinas de correos han cerrado sus puertas,
porque muchas personas dejan de enviar cartas o documentos de manera física y priorizan el correo electrónico.
En la actualidad asistimos a
muchos cambios e innovaciones a nivel de comunicaciones y el progreso permitirá
que la comunicación sea mucho más efectiva, pero seguramente algo más desplazará
al correo electrónico actual. De hecho en la actualidad, Messenger, WhatsApp,
entre otras aplicaciones, están ganando más espacios.
Situación Inicial
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Correo físico
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Situación Actual
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Correo electrónico
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Situación Futura
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WhatsApp +
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Nota:
Imágenes extraídas de internet.