Accéder au contenu principal

Del “matrimonio” y otros demonios…


Fernando y Elizabeth se casaron hace menos de un año atrás. No con papeles legales, sino bajo la “bendición” de una amiga que hizo el papel de la “abogada”, los testigos; un amigo y la sombra de una buena amiga, curiosamente la abogada, el testigo presente y la testigo ausente eran amigos de uno de ellos, la otra parte del matrimonio estaba sola, se hacía acompañar de su alma y su amor. Los futuros esposos, enamorados y bajo los efectos del alcohol, aceptaron y firmaron el compromiso. Luego vinieron las fotos, el video oficial y la futura publicación. El matrimonio continúo su curso de la manera más feliz del mundo, sus corazones latían como si fuera uno. Como su amor era prohibido desarrollaron técnicas para saludarse y enamorarse, cuando estaban en sociedad, en lugar de un beso en la boca, se daban un beso en la mano, en lugar de decir te quiero uno de los dos cerraba con disimulo uno de sus ojos o lo susurraba bajito. Durante algunos meses, la relación se festejó y se consagró, estaban tan felices con su amor que con mucha alegría cantaban, lo que pare ellos representaba su relación, cantaban algo así “te envío poemas de mi puño y letra, te envío canciones de cuatro cuarenta, te envío las fotos cenando en Marbella y….así me recuerdes y tengas presente que mi corazón está colgando en tus mano…”. La parte que estaba sola conoció a casi todos los amigos de su pareja, se involucró bastante bien en el grupo, tuvieron muchas fiestas, vivencias. Poco a poco se involucraron con la familia, con su hermana y sobrinita e incluso con su madre. Las desventuras aparecían, pero era sólo el momento de la reflexión, discusión y luego, según conocí tiempo después, la aparente reconciliación y perdón. Pero un día memorable de febrero, algo inexplicable aconteció y el futuro y bienestar de la relación simplemente se evaporó. Así sin más, todo acabó. La vida así lo quiso. Nunca más se volvieron a amar, sus cuerpos nunca más se volvieron a acariciar, siquiera a tocar. De vez en cuando y sin proponérselos, las vivas tardes y los aires frescos de Managua, les recuerdan que en un momento estuvieron juntos y que en una noche de tragos se casaron y se amaron….sí, se amaron.


Jorge Vega

Seguí leyendo ↓

Nicaragüenses en Francia

  Por : Jorge VEGA| Somos pocos los Nicaragüenses que vivimos en Francia. En el 2019 éramos, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y de Estudios Económicos (INSEE), únicamente 300 personas de Nicaragua residiendo en el territorio francés. En los datos más recientes (del 2024) que encontré en France Diplomatie , aparece que el número de franceses en Nicaragua es de 495 inscritos y ahí mismo se informa que somos 552 Nicaragüenses en Francia. La presencia de Nicaragüenses en Francia es realmente mínima. Somos una minoría. Somos pocos y como estamos en diferentes ciudades del país, eso hace que en ocasiones nuestra presencia pase algo desapercibida, porque no podemos hacer celebraciones o fiestas de Nicaragua, porque la comunidad Nica es súper pequeña. Es muy común que en Francia piensen que los Nicaragüenses somos de América del Sur y no de América Central , porque la presencia de centroamericanos en Francia parece ser menos importante que la presencia de los latino

¡El sú-sú-súper increíble pod-pod-podcast de nanutria!

Por : Jorge VEGA| Llevo aproximadamente dos años consumiendo contenido de nanutria , un comediante venezolano diferente a los humoristas 'mortales'. ¿Qué lo diferencia de los demás? Víctor Medina, mejor conocido como nanutria, es tartamudo. Lo empecé a seguir por casualidad. Debo confesar que la primera vez que vi uno de sus shows en YouTube no entendía por qué el se trababa al hablar, pero más adelante él explicó que no era la velocidad del internet, que era él que hablaba así, porque padecía de tartamudez. Este humorista venezolano vive en Argentina desde hace unos años y ha tenido muchísima suerte, porque vive de lo que más le gusta hacer en el mundo, es decir, hacer reír a los demás. El hace chistes de muchas cosas y de vez en cuando saca a relucir el tema de la tartamudez, pero deja en claro, en muchas de sus entrevistas o participaciones en podcasts, que lo de ser tartamudo es simplemente un 'detalle' más. Nanutria supo convertir su 'diferencia' en una fu

Une année chez les Français (Un año con los Franceses).

Jorge Vega ~  Un año con los Franceses (Une année chez les Français, en francés), es el título de un libro que leí recientemente. Dicho libro fue escrito por Fouad Laroui, autor de origen marroquí y profesor de literatura francesa en la Universidad de Ámsterdam. En la corta biograf ía de Fouad Laroui (disponible únicamente en 4 idiomas) aparecen datos que me parecen pertinentes mencionar; por ejemplo que él pasó una infancia feliz y rica en conocimientos en el liceo Francés Lyautey en Casablanca (Marruecos), luego realizó estudios de ingeniería en Francia y obtuvo un doctorado en ciencias económicas en Londres, para finalmente instalarse en Ámsterdam, donde enseña literatura francesa. La historia pareciera ser parte de la autobiografía del autor. El protagonista de la novela es Mehdi, un niño marroquí muy pobre, pero muy inteligente. Mehdi o “Fátima” como lo llaman “familiarmente” (porque es un nombre común en la cultura árabe), es un niño apasionado por la litera

¡Echémosle la vaca!

Si escucháramos a un francés hablando en español, diciendo que no sabe qué va a pedir para comer, que necesita reflexionar, nos quedaríamos asombrados, ya que en español, ese verbo es más intenso que en francés. En español, un: “¡No sé qué voy a comer, voy a pensarlo!”, nos sobra y basta. Para un nicaragüense común, reflexionar implica mucho más que sólo pensar; los momentos de reflexión, son momentos de paz en donde se trata de encontrar alguna enseñanza de lo aprendido o vivido. Según el Diccionario en línea de la Real Academia Española (DRAE), reflexionar significa: considerar nueva o detenidamente algo. El diccionario nos da la definición del uso de esta palabra en español, que es su razón de ser, y no en francés, pero traducir una palabra es súper fácil, entenderla en el contexto que se esté utilizando es un poco más experimental. Uno debe hacer la búsqueda para entender la mentalidad de los hablantes, en este caso, se debe consultar sitios de definición en francés, como le Cen