El primer nacatamal del segundo intento. |
Jorge
Vega |
Durante
el período de confinamiento me propuse aprender a hacer cosas
nuevas, intenté varias cosas, unas mejores que otras, pero una de
las que más me llamó la atención, fue la cocina. Es increíble lo
mucho que uno puede distraerse al cocinar. Yo primero me pongo a ver
videos antes de hacer lo que quiero cocinar, después pongo música y
me pongo a hacer la comida que me haya propuesto. Trato de cocinar
plan relax y “fácil”.
Yo
no sabía cocinar gran cosa en Nicaragua, sabía hacer cosas súper
fáciles como por ejemplo huevos fritos, saber mezclar el gallo pinto
(pero no sabía hacer arroz), sabía hacer espaguetis… Cositas de
ese estilo.
Cuando
vivía en Nicaragua siempre comía en la casa de mi mamá
principalmente, y después cuando me fui a vivir a Managua, comía en
comedores, pequeños restaurantes o de vez en cuando iba a
restaurantes cercanos a mi lugar de trabajo o lugar de habitación.
Hice exactamente lo mismo cuando me fui a trabajar a Granada, comía
siempre cosas ya hechas que compraba o en comedores o en el mercado,
en el parque central o lugares así.
Hice 5 en total, pero aquí sólo aparecen 4. |
En
resumen, cocinar para mí ha sido como el gran descubrimiento,
algo así como un viaje. Desde hace casi 5 años
que aprendí a hacer arroz, después me fui aventurando a hacer
carnes y así poquito a poquito he ido ganando en confianza y resulta
que ahora ya me siento más tranquilo al hacer ese tipo de comidas.
Entonces durante el confinamiento, incluso hace un poquito más de
tiempo antes, decidí hacer comida Nica complicada, yo
llamo así a cosas como: el nacatamal, el baho/vaho, enchiladas
(las tortillas aquí son diferentes), entre otros platos que se me
escapan…
Voy
a hablarles específicamente de la “bonita” experiencia haciendo
nacatamales. Para empezar, me puse a ver varios videos en diferentes
ocasiones para así animarme a hacer esa comida tan
complicada, después y sin
contar con todos los ingredientes, me aventuré a seguir los
procedimientos para hacer el nacatamal. Para no canzarles el cuento,
la primera vez la masa me quedó bastante blanca y sin mucho sabor,
pero yo pensaba que la masa agarraba sabor después durante la
coción, porque como en los paquetitos que uno hace se pone masa,
carne, la papa, chiltoma, cebolla, arroz, hierbabuena y eso se pone a
cocer durante varias horas, entonces yo pensaba que era ahí que la
masa iba a agarrar sabor. ¡Grave error! Pero
eso lo descubrí horas después al abrir el primer nacatamal.
Si
el proceso de hacerlos la primera vez fue divertido e interesante,
comerlo no lo fue tanto, pero eso me sirvió para entender más o
menos lo que había hecho mal.
Aquí el resultado final del segundo intento :-) |
En
la segunda ocasión tenía todos los ingredientes, incluyendo la
manteca y el achiote, y pues pensé en hacerlos más pequeños y
ahora ya estaba claro que la masa se debía hacer con una particular
atención y eso fue lo que hice y el resultado fue muchísimo mejor
que durante el primer intento.
Estoy
feliz de haber hecho un plato tradicional de Nicaragua estando en
Francia, algo tan rico que antes simplemente compraba en algún lugar
y no tenía que hacerlos. Por primera vez en mi vida me aventuré a
hacer algo así de “loco”. En Nicaragua jamás hubiera tenido la
necesidad de hacerlos, ¿Por
qué meterse a ese trabajo de hacerlos?, allá se compran, se comen y
ya está.
Quedaron ricos :-) |
Mis
nacatamales no estuvieron exactamente como los de allá, pero
el sabor fue bastante aproximativo/cercano y pues supongo que con la
práctica se van a ir mejorando. De momento creo que ya cumplí esa
misión que me había propuesto. Hice dos intentos y afortunadamente
al segundo me quedarón bastante bien, de no haberlo logrado, hubiera
hecho un tercer intento, la cosa es ir aprendiendo y mejorando.