Yo soy originario de un país de América Central, pero vivo en Francia desde hace muchos años. Tengo ambas nacionalidades, aunque soy consciente que para los franceses yo soy únicamente un extranjero, y eso a mí no me molesta para nada.
Pero es cierto que en algunas ocasiones, en Francia, me ha pasado como si yo, Jorge, no existiera; voy a tratar de explicarme.
Por ejemplo, estamos en una conversación en algún lugar y alguien dice que va a hacer café y me pueden preguntar si quiero y yo digo: ''No, gracias, no me gusta el café''. Y casi siempre aparece la pregunta: ¿En tu país (de origen) no beben café? Y casi siempre me toca dar la misma respuesta: En mi país hay gente que bebe café y otra que no, pero cuando me hiciste la pregunta, yo respondí por mí, o sea, son mis gustos.
Debo confesar que a veces es difícil sentir que uno, como persona, ''deja de existir'' y empieza a ''representar'' a todo un país, región e incluso continente. O sea que uno ''deja'' de existir, deja de ser la persona que es y pasa a ser la representación de todo el imaginario que la gente de aquí (Francia) tiene de la gente de allá (América Latina).A mí no me gustan tanto las cosas dulces, los postres, el chocolate... A mí me gustan más las cosas saladas, pero pues pasa lo mismo; alguien me ofrece algo dulce, un postre y le digo que no, gracias, que no me gustan tanto las cosas dulces y aparece la pregunta mágica: ¿En tu país no comen cosas dulces? :-(
A veces, cuando es mucha la insistencia, tengo que decir que a mí, Jorge Vega, no me gusta tal o tal cosa, pero que son mis gustos, no los gustos de mi familia o de mis amigos o de mi país, de América Central o Latina y etc. ¡Es jodido eso!
Afortunadamente hay gente que no es insistente y eso me gusta, porque son personas respetuosas, que entienden que al final uno es un ser humano como cualquier otro; con cosas que le gustan y otras que no. Yo no represento, o tengo interés de representar, a todo el imaginario que se tenga de un latino, yo simplemente soy yo y estoy siendo yo.