Contacto con el mundo animal
Por: Jorge Vega
El cuerpo disecado del cocodrilo, le da la bienvenida al sitio que en algún momento fue su casa, no la natural, pero al menos la que lo albergó durante mucho tiempo, proporcionándole seguridad, alimento, techo y aunque un poco cuestionable, bienestar, ¿El costo? ser una de las atracciones del zoológico nacional.
Los zoológicos o parques zoológicos, permiten al ser humano, tener contacto físico con el mundo animal no domesticado, es decir, el feroz. Estos sitios permiten además, reflexionar sobre el papel que los animales y humanos desarrollan en el planeta, el hecho de poder apreciarlos, aunque sea en una jaula, te permite estudiarlos y valorarlos.
Si bien es cierto que siempre será mejor apreciar a los animales feroces en su hábitat natural, eso dista mucho de nuestra realidad económica. Muchas personas pueden perfectamente costearse una visita a sitios como “El Chocoyero” en donde es fácil maravillarse por lo verde y las aves, o quizás el río San Juan donde se aprecian monos, aves, sábalos, entre otros animales, pero es muy probable, que pocos de nosotros, cuente con los recursos económicos suficientes para visitar a la madre tierra del mundo salvaje; África. De no ser por la magia de los programas televisivos del cable, libros e internet (Ahora fácilmente se puede tener una granja y comprarse 50 gallinas y 50 tigres y ponerlos uno al lado del otro sin que ocurra ningún percance) tener contacto con animales feroces sería una utopía.
En el zoológico nacional hay muy pocas especies salvajes, sin embargo la presencia de éstos, es digna de admiración de todos los visitantes, por mencionar a algunos de estos animales tenemos: los leones, tigres, cocodrilos, víboras, y lo más novedoso una pareja de búfalos….
En la variedad está el gusto
El zoológico nacional no sólo muestra el lado feroz de la variada amalgama de animales, provenientes de diferentes continentes, que posee en su interior, cuenta además con una variedad respetable de aves como: gallinas, chocoyos, loras, tucanes, reptiles como: tortugas, iguanas, lagartos, serpientes y además la presencia de un agradable y muy bien logrado mariposario*
Mariposario, experiencia única.
Según mi experiencia personal, existen dos mariposarios en Nicaragua; el primero que conocí se encuentra en El Castillo (Río San Juan), y el segundo en el zoológico nacional, a decir verdad, no conocía de la existencia de éste segundo mariposario, hasta hace poco, que aproveché para hacer una visita con unos amigos al zoológico. La entrada por persona es de C$ 15 y ya estando dentro, por C$10 extra, el visitante puede vivir la experiencia única de estar en un vivero rodeado de mariposas y entrar a su hábitat “natural” sin perturbarlas y apreciarlas. El arreglo del mariposario es deslumbrante; hay muchos árboles pequeños, flores, una cascada artificial, puentes de madera, y una especie de linterna que sirve de puesto de alimento para las mariposas, a eso habrá que agregarle la presencia de tortugas y peces y además, la dulce melodía que emanan unos parlantes ocultos en algún sitio, que transportan al visitante a un ambiente lleno de paz y tranquilidad.
¿Está interesado en tener contacto con los animales feroces o prefiere mejor un momento de tranquilidad en el mariposario?, no importa cual sea su elección, definitivamente vale la pena dar una vuelta por el zoológico nacional, ya sea con familiares, amigos, estudiantes, regálese una experiencia de contacto con el mundo animal que simplemente le cautivará.
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*En el sitio web de la real academia española, no existe ninguna definición para esta palabra, la cual según wikipedia, significa vivero de mariposas.
Por: Jorge Vega
El cuerpo disecado del cocodrilo, le da la bienvenida al sitio que en algún momento fue su casa, no la natural, pero al menos la que lo albergó durante mucho tiempo, proporcionándole seguridad, alimento, techo y aunque un poco cuestionable, bienestar, ¿El costo? ser una de las atracciones del zoológico nacional.
Los zoológicos o parques zoológicos, permiten al ser humano, tener contacto físico con el mundo animal no domesticado, es decir, el feroz. Estos sitios permiten además, reflexionar sobre el papel que los animales y humanos desarrollan en el planeta, el hecho de poder apreciarlos, aunque sea en una jaula, te permite estudiarlos y valorarlos.
Si bien es cierto que siempre será mejor apreciar a los animales feroces en su hábitat natural, eso dista mucho de nuestra realidad económica. Muchas personas pueden perfectamente costearse una visita a sitios como “El Chocoyero” en donde es fácil maravillarse por lo verde y las aves, o quizás el río San Juan donde se aprecian monos, aves, sábalos, entre otros animales, pero es muy probable, que pocos de nosotros, cuente con los recursos económicos suficientes para visitar a la madre tierra del mundo salvaje; África. De no ser por la magia de los programas televisivos del cable, libros e internet (Ahora fácilmente se puede tener una granja y comprarse 50 gallinas y 50 tigres y ponerlos uno al lado del otro sin que ocurra ningún percance) tener contacto con animales feroces sería una utopía.
En el zoológico nacional hay muy pocas especies salvajes, sin embargo la presencia de éstos, es digna de admiración de todos los visitantes, por mencionar a algunos de estos animales tenemos: los leones, tigres, cocodrilos, víboras, y lo más novedoso una pareja de búfalos….
En la variedad está el gusto
El zoológico nacional no sólo muestra el lado feroz de la variada amalgama de animales, provenientes de diferentes continentes, que posee en su interior, cuenta además con una variedad respetable de aves como: gallinas, chocoyos, loras, tucanes, reptiles como: tortugas, iguanas, lagartos, serpientes y además la presencia de un agradable y muy bien logrado mariposario*
Mariposario, experiencia única.
Según mi experiencia personal, existen dos mariposarios en Nicaragua; el primero que conocí se encuentra en El Castillo (Río San Juan), y el segundo en el zoológico nacional, a decir verdad, no conocía de la existencia de éste segundo mariposario, hasta hace poco, que aproveché para hacer una visita con unos amigos al zoológico. La entrada por persona es de C$ 15 y ya estando dentro, por C$10 extra, el visitante puede vivir la experiencia única de estar en un vivero rodeado de mariposas y entrar a su hábitat “natural” sin perturbarlas y apreciarlas. El arreglo del mariposario es deslumbrante; hay muchos árboles pequeños, flores, una cascada artificial, puentes de madera, y una especie de linterna que sirve de puesto de alimento para las mariposas, a eso habrá que agregarle la presencia de tortugas y peces y además, la dulce melodía que emanan unos parlantes ocultos en algún sitio, que transportan al visitante a un ambiente lleno de paz y tranquilidad.
¿Está interesado en tener contacto con los animales feroces o prefiere mejor un momento de tranquilidad en el mariposario?, no importa cual sea su elección, definitivamente vale la pena dar una vuelta por el zoológico nacional, ya sea con familiares, amigos, estudiantes, regálese una experiencia de contacto con el mundo animal que simplemente le cautivará.
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*En el sitio web de la real academia española, no existe ninguna definición para esta palabra, la cual según wikipedia, significa vivero de mariposas.