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Disociaciones del alma


Jorge Vega

Si se parte de la idea que movimiento es desplazarse de un punto A hacia un punto B, y que para que esto ocurra el cuerpo humano deba realizar dicha acción en conjunto con su alma, definitivamente que este día yo estaría en graves problemas. Pues sí, mi cuerpo está realizando todos los actos que debe hacer, no tanto así mi alma. O quizás mi alma si está despierta, pero no la parte que normalmente conozco, este día es la parte que menos conozco de mí, quien está despierta e intenta gobernar mis pensamientos, mis movimientos, mi habla, mi escribir, mi ver, mi creer, mi sentir, en fin mi ser.

Desconozco a todos a mi alrededor, no es que no les conozco el rostro, simplemente, desconozco quiénes son en su totalidad, la ambigüedad de sus mundos y sus historias. Me avergüenzo de tanta sinceridad, pero es mi objetiva verdad. Verdad que seguramente desconoceré cuando vuelva a despertar y tenga que ponerme el antifaz de la diplomacia humana, que te obliga a decir lo contrario a lo que pensás.

A tan sólo unos minutos del desenfado total, la otra parta del alma o del ser, en su gran agonía, rechaza y trata de imponerse ante la militancia sin desmedida de la parte intrusa que pretende ser reconocida como nueva gobernadora y señora. O quizás me equivoco, y la parte que pienso que es la intrusa, tan sólo está reclamando el territorio que le corresponde y que le ha sido arrebatado tiempo atrás. Todo es un perfecto enredo, es como un escenario lleno de neblina, en donde nada es lo que uno cuerdamente podría pensar que es.

Qué pesar siento por ambas partes del alma, son como siamesas que están obligadas a permanecer juntas, pero sólo una de sus partes es la que se desarrolla en su máxima totalidad y esta parte “viva” es la única reconocida, así que a la otra parte no le queda más remedio que adormecerse, pero aprovecha estos escenarios de desequilibrio cuerpo- alma, para recordarnos su existencia.

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Nicaragüenses en Francia

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Une année chez les Français (Un año con los Franceses).

Jorge Vega ~  Un año con los Franceses (Une année chez les Français, en francés), es el título de un libro que leí recientemente. Dicho libro fue escrito por Fouad Laroui, autor de origen marroquí y profesor de literatura francesa en la Universidad de Ámsterdam. En la corta biograf ía de Fouad Laroui (disponible únicamente en 4 idiomas) aparecen datos que me parecen pertinentes mencionar; por ejemplo que él pasó una infancia feliz y rica en conocimientos en el liceo Francés Lyautey en Casablanca (Marruecos), luego realizó estudios de ingeniería en Francia y obtuvo un doctorado en ciencias económicas en Londres, para finalmente instalarse en Ámsterdam, donde enseña literatura francesa. La historia pareciera ser parte de la autobiografía del autor. El protagonista de la novela es Mehdi, un niño marroquí muy pobre, pero muy inteligente. Mehdi o “Fátima” como lo llaman “familiarmente” (porque es un nombre común en la cultura árabe), es un niño apasionado por la litera

¡El sú-sú-súper increíble pod-pod-podcast de nanutria!

Por : Jorge VEGA| Llevo aproximadamente dos años consumiendo contenido de nanutria , un comediante venezolano diferente a los humoristas 'mortales'. ¿Qué lo diferencia de los demás? Víctor Medina, mejor conocido como nanutria, es tartamudo. Lo empecé a seguir por casualidad. Debo confesar que la primera vez que vi uno de sus shows en YouTube no entendía por qué el se trababa al hablar, pero más adelante él explicó que no era la velocidad del internet, que era él que hablaba así, porque padecía de tartamudez. Este humorista venezolano vive en Argentina desde hace unos años y ha tenido muchísima suerte, porque vive de lo que más le gusta hacer en el mundo, es decir, hacer reír a los demás. El hace chistes de muchas cosas y de vez en cuando saca a relucir el tema de la tartamudez, pero deja en claro, en muchas de sus entrevistas o participaciones en podcasts, que lo de ser tartamudo es simplemente un 'detalle' más. Nanutria supo convertir su 'diferencia' en una fu

¡Echémosle la vaca!

Si escucháramos a un francés hablando en español, diciendo que no sabe qué va a pedir para comer, que necesita reflexionar, nos quedaríamos asombrados, ya que en español, ese verbo es más intenso que en francés. En español, un: “¡No sé qué voy a comer, voy a pensarlo!”, nos sobra y basta. Para un nicaragüense común, reflexionar implica mucho más que sólo pensar; los momentos de reflexión, son momentos de paz en donde se trata de encontrar alguna enseñanza de lo aprendido o vivido. Según el Diccionario en línea de la Real Academia Española (DRAE), reflexionar significa: considerar nueva o detenidamente algo. El diccionario nos da la definición del uso de esta palabra en español, que es su razón de ser, y no en francés, pero traducir una palabra es súper fácil, entenderla en el contexto que se esté utilizando es un poco más experimental. Uno debe hacer la búsqueda para entender la mentalidad de los hablantes, en este caso, se debe consultar sitios de definición en francés, como le Cen