Por: Jorge Vega
Siempre que algún conocido iba de visita a
Nicaragua y debía pasar por Managua me preguntaba: ¿Cómo es Managua?
Yo viví en Managua algunos años y para mí es una
ciudad normal que no tiene centro, que sufrió dos terremotos de los cuales
todas las generaciones, actuales y futuras, escucharán hablar, pero eso nunca
me quitó el sueño.
Afortunadamente he tenido la oportunidad de viajar
por todas las capitales de América Central y tres de Europa y por alguna razón
Managua me parecía no la más bonita ni la más desarrollada, quizás la más
desordenada, pero entre su desorden la encontraba y encuentro, como la más
normal del mundo y le encuentro hasta una dosis de belleza, que seguramente sea producto de la subjetividad
con la que uno ve su país.
Quizás sea difícil, desequilibrado y hasta
desafortunado tener que comparar la capital nicaragüense con el resto de
capitales de la región, porque Managua más que dar la imagen de una capital, da
la imagen de ser un gran pueblo que poco a poco se convirtió en la capital de
un país, es como un título que quizás nunca esperó obtener, pero por cuestiones
históricas recibió.
Recuerdo que una vez regresando de Guatemala, en
un bus de las compañías que hacen esos trayectos, al pasar por el aeropuerto de
Managua a eso de la media noche, la azafata del bus nos dijo: Bienvenidos a
Managua! Admito que era sorprendente regresar a Managua y atravesar por la
carretera norte y ver una Managua con luces bastantes tímidas, sin edificios,
sin paisajes ni nada, las rotondas con sus árboles de navidad de hierro que ya
sólo forman parte de un mal recuerdo. No daba para nada el aspecto de una
capital, pero cuando ya nos aproximamos a la avenida Bolívar ya ahí era otra
cara, la avenida es bastante amplia, tenía un exceso de iluminación, pero ahí
estaban los edificios que no aparecían antes por ningún lado, ahí si se sentía como
estar en una capital.
Hay capitales centroamericanas de orden mundial;
por ejemplo la capital de Panamá, país que me llama mucho la atención, porque
los panameños pertenecen, geográficamente a América Central, pero no se
consideran para nada centroamericanos y culturalmente están más ligados a
países de la América del Sur, en especial de Colombia, país al que Panamá se
anexó voluntariamente en 1821.
Ciudad de Panamá es una de las capitales
“centroamericanas” que, en mi opinión, fue muy privilegiada en cuanto a su
posición! está frente al mar, tiene por así decirlo tres áreas; 1) el Casco Antiguo, que es la parte
histórica y romántica de la ciudad, cuenta
con 5 plazas, 6 iglesias y la casa presidencial; 2) al centro está el corredor sur, o zona costera, que es
una zona “limpia”, sin edificios ni nuevos ni viejos y da directo al mar, sirve
como área verde; 3) la zona moderna
con los rascacielos, centros comerciales…
Y así puedo continuar mencionando características
del resto de capitales de nuestra región, pero no es lo que nos ocupa en este
momento.
Como nicaragüense puedo decir muchas cosas de
Managua, pero necesitaba la fuerza de un ojo externo, de personas que no fueran
del país para tener también la impresión que Managua da a los visitantes
extranjeros.
Luego de una pequeña y nada exhaustiva
investigación, concluyo que para bien o para mal, Managua es la ciudad de los
contrastes, en donde rápidamente se puede pasar de la limpieza a la suciedad,
de la riqueza a la pobreza y viceversa. Es una ciudad con direcciones bastantes
coloridas que pueden confundir a cualquiera, pero que pueden además hacerte
llegar a tu destino, independientemente si el punto de referencia es un palo
(en Nicaragua así le decimos a los árboles), como la famosa dirección “del
arbolito….”
Managua es también el conjunto de centros
comerciales cerca de las rotondas y que parecieran formar pequeñas ciudades
dentro de la misma ciudad. ¿No les parece curioso que la vida y acción esté
casi siempre cerca de las rotondas? Donde hay una rotonda hay un centro
comercial, hay discos, bares, ni mencionar la rotonda de Bello Horizonte con
toda su diversión para todos los gustos y hablando de actividades en las
rotondas no hay límites, hasta ejercicio se puede hacer en las rotondas por
ejemplo la de la virgen, donde los managuas llegan a correr para bajar las
libritas….
Cuando les pregunten ¿Cómo es Managua?, ¿Ya saben
qué contestar?