Por: Jorge Vega
Tuve la oportunidad de asistir a una actividad organizada
por el Departamento de Francés de Traducción e Interpretación de la Universidad
Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN) en celebración del día internacional del
traductor, el lema de este año fue ¨El traductor, derribando barreras, uniendo
fronteras, invisibles, imprescindibles en su misión¨ que en francés se traduce
¨Le traducteur, fait tomber des barrières, fait dispararaìtre les frontières,
invisible et indispensable dans sa mission¨.
Durante la actividad, el Dr. David Traumann, habló sobre
su experiencia en el campo de la traducción, y entre otras cosas mencionó el
importante papel del traductor al tratar de hacer una traducción lo más cercana
posible al texto original, en el cual los sentimientos puedan ser transmitidos
con la misma intensidad, de tal forma que el lector pueda, de alguna forma,
sentir como si estuviera leyendo el texto en versión original. Pero, como él
mismo mencionó, hay palabras y giros propios de cada idioma, que pueden resultar
completamente imposible de traducir a la lengua de destino. Incluso en un mismo
idioma la intercomprensión puede, eventualmente, resultar un poco complicada.
Como ejemplo, está el caso de una novela gráfica sobre
Nicaragua hecha por el dibujante francés Emmanuel Lepage y titulada MUCHACHO, y
que hablaba sobre la revolución nica. La historia fue traducida al español de
España o castellano y cuando uno leía la historia de la revolución nicaragüense
y uno de los personajes decía cosas como: Joder tío!, gilipollas, vale! entre
otras palabras u expresiones que no son utilizadas en Nicaragua, la historia, a
pesar de basarse en la historia de nuestro país, nos resultaba totalmente
ajena. No nos sentíamos identificados con esa forma de hablar que aparecía en
el texto y es por eso que, con la ayuda de la Embajada de Francia en Nicaragua,
se pudo lograr hacer una traducción de la obra al español nuestro, el español
nica.
El trabajo del traductor no es nada fácil, y digo esto,
porque hace muchos años colaboré como traductor benévolo con una agencia belga
que trabajaba temas de medio ambiente,
igualdad de género entre otros en diferentes países de América Latina y África,
y debíamos estar haciendo traducciones de muchos documentos. Como mi lengua
materna es el español, me tocaba traducir del francés al español.
Para concluir, debo decir que disfruté mucho colaborando
como traductor y aprendí mucho sobre el trabajo de la traducción, pero es
verdad que dicha labor tiene muchos desafíos y representa una gran
responsabilidad para el traductor, pero es verdad también que gracias a ellos,
tenemos acceso a muchas obras que quizás nunca podríamos leer en versión
original.
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