Por:
Jorge Vega |
Todos
estamos en búsqueda de la felicidad y prosperidad. Hay muchísimos
manuales, películas, documentales, historias de éxito que te
invitan a obtener eso que tanto anhelâs.
Todos
vamos como en una carrera, con ese interés en tomar esa dosis de
felicidad que fue creada para nosotros. A algunos les resulta más
fácil encontrarla, saber que su felicidad es eso que tienen
actualmente, para otro no lo es así. Y es que lo que te hace feliz a
vos o lo que sentís que te podría hacer feliz, no es necesariamente
lo mismo que haría feliz a otra persona. Cada quien tiene su propio
concepto de felicidad y de lo que es ser feliz, así como de su
propia lista de cosas y experiencias que son necesarias para tener
ese título de SER feliz y próspero.
Siento
que el título de FELIZ se obtiene en diferentes etapas de la vida;
lo que te hizo feliz en el pasado quizás ya no logre su efecto en la
actualidad. Cuando somos niños tal vez un juguete o ir al circo o
comerse un eskimo sean sinónimos de felicidad; en cambio cuando vas
creciendo seguro hay otros intereses y otras cosas que se van
agregando a tu lista de “requisitos” que tenés que ir reuniendo
o acumulando para autodecretarte feliz y rey de tu propia felicidad.
A
veces somos egoístas con nosotros mismos y en lugar de disfrutar y
ser felices en la actualidad y agradecer por las cosas y experiencias
que nos va regalando la vida, lo dejamos para después, para más
tarde, como si este momento de felicidad lo voy a guardar en esta
bolsa y así voy a ir guardando cada momento. Un día voy a sacar
todos esos momentos de felicidad que he vivido y los voy a sacar de
una sola vez y zazzz a ser feliz!
Hay
que dejar de ver la felicidad como algo lejano, como el “gran”
final, como si se tratase de una película o una obra de teatro en
donde el final feliz está al terminar. Sale más barato pensar en
300 días de felicidad para así tener una dosis casi diaria de
alegría, tranquilidad y prosperidad, el resto está pensado para los
días menos felices, que también son necesarios para el equilibrio
emocional!