En una de las calles de Utrecht, 2020. |
Jorge
Vega |
Estoy
súper feliz y agradecido con la vida. La semana pasada tuve la
oportunidad de ir a Utrecht (Holanda), para estar presente en
la celebración del primer aniversario de bodas de mi mejor amiga.
Estaba
súper contento por esta oportunidad de volvernos a ver físicamente,
porque mi amiga estuvo viviendo en Europa, pero después se fue a
vivir y trabajar a Asia y ahora está en Oceanía. Para no cansarles
el cuento, estamos cada vez más lejos físicamente, pero las nuevas
tecnologías nos han permitido mantener la comunicación y conservar
nuestros lazos de amistad.
¡¡¡Qué calor!!! |
Estaba
un poco estresado, porque vivo en Nantes, a más o menos una hora del
Atlántico Francés y pues la Silvia había previsto su actividad en
Utrecht (Holanda) a unas 6 horas en tren desde Nantes y unas 9
ó 10, 11-12 horas en carro… Depende de la velocidad en la que
viajáramos y de las pausas que hiciéramos ¿Por qué estaba
estresado? Pues porque ya teníamos los boletos de tren, pero en
Francia habían anunciado una huelga el jueves 20 de febrero y
nuestro viaje estaba previsto para el viernes 21 del mismo mes. Pasé
pensando en un plan B y hasta un C, para poder estar presente y no
cancelar a último momento.
Afortunadamente
todo salió como previsto y no tuvimos ningún problema de
transporte. ¡Eso fue un gran alivio! Me sentía súper bien, en
verdad que sí.
Nosotros en Managua (Nicaragua), en el 20_?? |
Quizás
en otro momento escriba con más detalles todo lo relacionado con la
celebración del primer aniversario de bodas de la Silvia y Robbert.
Como es muy reciente, a penas estoy viviendo y reviviendo esos
momentos. Para resumir, todo estuvo muy lindo en Utrecht, tanto la
ciudad (Una pequeña Amsterdam), como el sentimiento de volver a
compartir con mis amigas (la Silvia y la Marianela) que desde hacía
mucho tiempo no veía. La pasamos súper bien en su compañía, así
como la de sus parejas e hijos.
Nosotros en Holanda en febrero del 2020. |
En
definitiva que el Universo conspiró a nuestro favor para este
reencuentro y a pesar de pequeños momentos de mal clima (¡Se puso a
llover de pronto!), lo que sí es cierto, es que ya tenemos nuevos
recuerdos que nos durarán toda una vida.
¡Muchísimas
felicidades a la Silvia y Robbert!, y pues los mejores
deseos para este nuevo camino juntos. Espero volverlos a ver muy
pronto y les agradecemos muchísimo por sus atenciones durante
nuestra estancia en Utrecht.
Hay
amigos con los que uno conserva esa amistad durante toda una vida,
incluso a pesar de la distancia, y siento que afortunadamente ese es
nuestro caso.
¡Dale pues!
Carnaval acuático de Utrecht