Jorge Vega|
En
esta ocasión quiero hablarles brevemente del tema de actualidad, es
decir: el distanciamiento social. Para resumirlo un poco, la primera
semana de confinamiento fue bastante complicada para mí y seguramente para todos en
general, porque uno ya tiene su rutina de actividades diarias tanto dentro como fuera de su casa. Por la situación que conocemos, ahora nos toca seguir estudiando/trabajando sin salir del apartamento y
tratar de organizarnos de otra forma, y eso toma tiempo. Las
semanas que siguieron o que han seguido, porque aún seguimos en
confinamiento al día de hoy (13 de abril de 2020), han sido más
“fáciles” de sobrellevar.
Ya
todos tenemos como una nueva especie de rutina de actividades
profesionales (teletrabajo para los que podemos trabajar desde casa),
sociales (ir al super, a la farmacia, caminar en el parque, grupos de
discusión virtual) y de ocio (escuchar música, ver películas,
leer, escribir)...
Hay
cosas que han sido creadas en éstos tiempos de confinamiento, como por ejemplo lo de
los aplausos a las 8 de la noche; en la ciudad todos (o
la mayoría) salimos a los balcones para aplaudir, durante un minuto
o dos, al personal médico, pero ese es también un momento de
solidaridad/intercambio entre todos nosotros, porque la gran mayoría
está confinada (entiéndase encerrados). El minuto de los
aplausos es entonces algo esperado durante todo el día, es como
el gran evento del día, porque eso nos permite socializar
físicamente, pero respetando la medida de distancia.
Otra
de las cosas que han sido creadas, son los aperitivos
virtuales, ya sea través de videoconferencias en Zoom
o grupos de WhatsApp o simplemente compartiendo una foto con
tus amigos a través de un mensajito de texto. Este tipo de
actividades generalmente son citas bastantes improvisadas, por lo
tanto, en ocasiones funcionan sin problemas y en otras pues
simplemente no, porque los participantes no asisten a las reuniones o
cancelan unos minutos antes de la videoconferencia o se les olvida...
Conciertos
virtuales, muchos artistas están ofreciéndole a sus fans,
conciertos gratuitos en línea, son conciertos bastantes improvisados
y en donde muchas veces el artista tiene los instrumentos básicos y
no está acompañado de sus músicos o en ocasiones sí, pero cada
quien está en su apartamento o casa.
Seguramente
más adelante completaré la lista de actividades que se van creando
virtualmente, pero en donde el cometido principal es más claro que
el agua: conservar el contacto social, porque los humanos, por
naturaleza, somos sociales, necesitamos relacionarnos y comunicar con
los demás, sobre todo en tiempos de confinamiento ¿O no?