Por : Jorge Vega|
Ya hace muchos años que empecé con esto de querer ser algo minimalista. No lo he logrado al cien por ciento, pero puedo decir que he hecho avances en dicha materia.
Para empezar, debo aclarar que lo que me llama la atención del minimalismo es su relación estrecha, por un lado, con el hecho de evitar comprar cosas que no necesito y, por otro lado, poder hacer un buen uso de las cosas que tengo. Con esto no estoy descartando el hecho de poder comprar cosas nuevas de vez en cuando y eventualmente darme 'gustos' o 'lujos' a como decimos en Nicaragua.
Quizás uno de mis mejores ejemplos de mi relación con el mundo minimalista, tenga que ver con mi celular.
Aquí la historia:
Me compré un celular en el 2016 y al comprarlo pensé que me iba a durar como mínimo 5 años, pero no fue así. ¡El celular me duró casi 9 años!
Ese celular conoció diferentes ciudades de Europa y de América Central, porque a mí me gusta muchísimo viajar. Yo en lugar de coleccionar cosas, lo que colecciono son viajes, y por extensión; recuerdos, vivencias, experiencias...
Retomando el tema del celular, puedo decirles que el cuidado y uso que le daba era el normal ; nada de otro mundo y pues, por fortuna, me duró casi una década.
A finales del 2023, y con una antigüedad cercana a los 9 años de uso, era más que evidente que ya no iba a poder seguir utilizándolo porque, aunque funcionaba, la batería se descargaba súper rápido y al final la única manera de hacerlo funcionar era enchufándolo al tomacorriente y eso no era nada práctico, porque es importante que el celular funcione cuando no estoy en la casa, para así poder usarlo y no depender de un enchufe para cargarlo.
Ese celular era súper divertido, porque para usar la calculadora, tenía que poner un número y después tenía que esperar para poder poner el número siguiente; a veces me tocaba esperar un minuto para hacer un cálculo matemático simple. Era jodido eso, pero el celular funcionaba, servía, sólo tenía que tener paciencia.
A veces estaba hablando con alguien y el celular se descargaba y entonces se terminaba la conversación sin que yo pudiera decirle a mi interlocutor que tenía que colgar y eso a veces era algo entre penoso y divertido.
Traté de darle el máximo de utilidad a ese celular, pero estaba más que claro que ya no iba a ser posible continuar con esa dinámica en el 2024, así que le agradecí por esos 9 años de servicio activo, de utilidad y lo tuve que desactivar.
Y ese es tan sólo un ejemplo de tantas cosas que hago en pro del minimalismo, con la idea de andar más 'ligero de equipaje' por la vida, sin caer en los extremos, porque obviamente que tengo proyectos y hay ciertas cosas materiales que yo siento que son realmente importantes y sobre todo útiles que materializaré, pero con cierta dósis de minimalismo.