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Instrumento publicitario hasta agotar existencias...


Jorge Vega

Cuando llegué ya habían 12 personas haciendo fila en las afueras del diario, debo mencionar que la persona número 5 era una de las vendedoras cercanas al periódico, mismo que semanas atrás, hacía un anuncio que consistía en recortar el cupón que iba a aparecer en el periódico el día 25 de Noviembre y en cambio como regalo, se recibiría una camiseta de la película que se iba a estrenar en el país el día 26 del mismo mes. El cupón decía “hasta agotar existencias”, aunque uno nunca piensa o espera que esas “existencias” desaparezcan tan rápido. Todos esperábamos con muchas ansias, deseábamos ver la camiseta, el color, la tela, discutíamos si al final realmente valía la pena quedarse ahí y perder el tiempo, pero nadie se movía, ni pensaba abandonar su espacio. Estábamos haciendo la fila, leyendo el periódico, tomando agua, viendo los buses pasar y reírnos al ver cómo nos miraban, seguro ellos no estaban al tanto del premio que esperábamos. A eso de las 8:30 los minutos fueron muriendo más rápido que de costumbre y el sol calentando más fuerte, todos hablaban y se quejaban, decían ¿A qué hora piensan hacer la entrega de la camiseta? Cuando al fin llegó la joven que iba hacer las entregas, la vendedora empezó a gritar: Ya! Ya! Ya!, parecía que cada grito era para cada uno de los vendedores que trabajan en la carretera Norte, fueron unos 10 “ya” que hizo la mujer y el resultado: 10 vendedores más en la fila. Aunque no lo quisiéramos, estaba claro que la espera se iba a prolongar por más tiempo, ¿Cómo luchar contra un grupo de vendedores?. Luego de 10 minutos “extras”, de espera un joven regordete empezó a llamarnos de 4 en 4, lo que no sabíamos era que alrededor de unas 15 personas que llegaban en sus carros y que pacientemente vimos entrar y salir del diario como Pedro por su casa, iban en busca del mismo objetivo, con la diferencia que los que estábamos haciendo la fila, contábamos con un extra del maravilloso sol que nos penetraba fuertemente la piel, los apreciados olores a sudor de una que otra persona y lógicamente tolerar los “chistes” y “peleas” de los vendedores, quienes dicho sea de paso, dejaron de vender durante más de dos horas en espera de su camiseta, que después descubrí las iban a vender por C$ 50 ó C$ 100. Cada quien es dueño de hacer lo que quiere con las cosas que son regaladas, incluso hacer negocios, en éste caso particular, pensé que sería como una especie de recompensa por el hecho de estar en la fila y soportar el sol y más de dos horas de espera. Llegado mi turno, el joven regordete, nos detiene y dice: “sólo quedan 19 camisetas” y empezó a contar a las personas que estaban en la fila, éramos más de sesenta, entonces recordé el sabor amargo del texto que dice “hasta agotar existencias”, les agradeció a los 41 que estaban prácticamente “fuera” del área de juego y nos hizo pasar de 4 en 4 a los 19 que aún continuábamos (ahora no muy pacientemente) esperando en la fila para llevar puesta la camiseta por todas las calles de Managua y ser instrumento publicitario a favor de la promoción de una película que todos ustedes seguramente ya conocen.

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Cerrando puertas

Por: Jorge Vega |   Para empezar algo nuevo, a veces nos toca irnos de un lugar, una ciudad, un paîs. Irse, e se verbo reflexivo que puede ser uno de los mâs tristes, pero es a la vez el que te invita a descubrir, a hacer cosas diferentes. Cuando te vas de un lugar forzosamente tenés que llegar a otro y después de concluir algo, tenés que empezar algo nuevo. Hoy me vino a la mente las tantas puertas que he tenido que cerrar para poder dar el paso de abrir otras nuevas. Hoy por hoy estoy convencido que eso es parte de un proceso de crecimiento y aprendizaje. Recuerdo la primera vez que salî de mi casa. Después de haber terminado de hacer la maleta y cerrar la puerta, te da la sensaciôn de un gran vacio. Te vas y dejâs lo que conocés bastante bien, para empezar en otro lado y empezar a aprender. Al comienzo resulta bastante difîcil, todos los que hemos pasado por ese proceso lo sabemos, pero con el paso del tiempo uno se adapta y hace ...

¿Qué ruta pasa por el Hospital Militar?

¿Qué ruta pasa por el Hospital Militar? Jorge VEGA Nuestro sistema de transporte está limitado a los conocimientos de los mismos pobladores, conductores de buses y vendedores quienes pueden ayudarte o no a encontrar el bus correcto para que te lleve al sitio que necesitás. Parece mentira, pero dicho sistema te ayuda y “resuelve”, y en el caso de andar perdido, pues le preguntás a alguien; “señor, qué ruta pasa por el....?, y listo, como somos gente muy amable, incluso vamos a dar una respuesta, aunque en ocasiones no sepamos la misma. Estando en Francia, país que cuenta con un sistema de buses muy desarrollado, con estructuras fijas (horarios, destino de líneas, planos de destinos), se me hacía fácil perderme. Parece ilógico, pero es así, al estar acostumbrado a preguntar nos empezamos a hacer dependientes de los demás, no creo que sea malo, pero en ciertos momentos del día y con las preocupaciones de los nuevos tiempos creo que un pequeño “gran” cambio nos ayudaría y desarrollaría el ...

Campaña de sensibilización contra la desertificación.

Estudiante terminando su afiche. Jorge Vega ~ En esta ocasión les quiero compartir el trabajo realizado por mis estudiantes. Antes no acostumbraba hacerlo, pero desde hace algunos meses sentí que era una buena forma de dar a conocer parte del trabajo que ellos hacen, con la idea de valorar su progresión, creatividad y buen desempeño. La misión de la semana del eje temático: Sauver la planète, penser les futurs possibles , que en español sería→ Salvar al planeta, pensar en las soluciones posibles , era la siguiente: Para el día de la lucha contra la desertificación, prepara un afiche (campaña de sensibilización) con una imagen negativa (el problema del agua) y una imagen positiva (soluciones posibles) + un pequeño discurso que presenta la necesidad de tener acceso al agua para vivir. Y ahora, les comparto algunas fotos y videos, que son el resultado de dicha misión. ¡Un aplauso por el buen trabajo de los muchachos! 

¿Sin querer queriendo?

Por: Jorge Vega| Una vez uno de mis sobrinitos vino llorando a decirme que mi otro sobrinito le había dado un golpe, entonces el que le había dado el golpe dijo que fue “ sin querer”  y mi otro sobrino dijo que no, que fue “ con querer”.  ¿Se imaginan el enredo? Con los niños uno tiene que interrogarse sobre un montón de cosas, porque te preguntan de todo, ¿Por qué esto?, ¿Por qué lo otro? Y pues a veces dicen cosas que te hacen cuestionarte sobre el uso del idioma….como existe  sin  querer, debería existir  con  querer (o  con ganas  como decimos en Nicaragua), esa es la lógica y tiene mucho sentido. 'Sin querer'  da la idea que la acción no fue intencional, no se había pensado en hacer algo malo en contra de otra persona, no hay una intención clara o premeditada. 'Con querer' , que no existe de momento, demuestra que las acciones se hacen adrede, intencionadamente, deliberadamente, expresamente, premeditadament...