Jorge VEGA |
Hay frases que
decimos en Nicaragua que no le hacen honor a su intención, idea u origen. Para
muestra, la famosa frase “para mientras”.
Hacer algo “para mientras”, da la idea que eso es una solución momentánea y que será
cambiada por otra mejor. El problema es que en muchas ocasiones, resolvemos
el problema y como ya está “resuelto”, lo dejamos a un lado y pasamos a otra
cosa.
Por ejemplo,
cuando estamos arreglando el cuarto o cualquier otro espacio de la casa y hay
algo que no sabemos dónde ponerlo, lo ponemos en un lugar y decimos: lo vamos a
poner aquí “para mientras”. O por ejemplo si una pared está mala y hay que
repararla, la vamos a reparar con lo que tengamos a mano y así la vamos a dejar
“para mientras”. O con muchos problemas que van apareciendo, les vamos dando
soluciones momentáneas o “para mientras”.
Se te perdió el
botón de la camisa? , le vamos a poner una gacilla “para mientras”, o si el botón
es blanco y no tenemos, le vamos a poner uno negro “para mientras”…. No te
quedan los zapatos, pero la primera comunión es mañana, te los vas a poner “para
mientras”….
Los nicas
sabemos perfectamente que ese “para
mientras” no tiene un límite de duración. Ese “para mientras” se puede
traducir en días, muchísimos días!, o en meses, muchos meses! e incluso años o
toda una vida.
Es curioso,
pero es verdad, en nuestro afán de dar respuestas inmediatas a cualquier tipo
de problemas, recurrimos a ese “para mientras”. Lo malo es que lo aplicamos a
todo y de ahí aparecen cosas que pueden ser peligrosas.
Por ejemplo, cuando
sabemos que algo no funciona, pero lo seguimos usando, porque no lo podemos
reemplazar de inmediato o de momento, entonces lo seguimos usando "para mientras".
Y me he dado
cuenta que esa idea del “para mientras” también existe en Francia. Lo he visto
y escuchado y me da risa ver que unos meses después las cosas siguen estando en
el lugar en el que fueron puestas hace algún tiempo atrás, puestas ahí, con la
idea de “para mientras”.
Nota:
Imágenes extraídas
de internet.