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Un dîa de las madres memorable!

Por: Jorge VEGA |



No recuerdo qué edad tenîa cuando pasô esto que les voy a contar, pero incluso hoy por hoy me da risa, obviamente en el momento no fue tan divertido.


Se acercaba el dîa de las madres y estaba ahorrando para comprarle algo a mi mamâ, pero como habîa mucha gente en la casa y no sabîa dônde guardar lo que iba ahorrando, entonces decidî hacer un hoyo en el patio y meter esa plata en un vasito de gerber.




En cuanto conseguîa algunas monedas me iba al patio y sacaba el vasito de gerber y metîa ahî mi gran riqueza! Todo funcionaba como lo habîa planeado, pero al paso de los dîas creo que empezô a llover y entonces me dio miedo que con el lodo se me perdiera la pista de dônde tenîa ese vasito de gerber y pensé bien, no tenîa muchas opciones, no le podîa dar eso a mi mamâ, porque iba a sospechar y pues se trataba de una sorpresa. 

Pensé y pensé y entonces se me ocurriô la idea de darle a guardar esa plata a una vecina, una niña de unos no sé cuântos años, le expliqué bien y me dijo que estaba de acuerdo y que no me preocupara.



Estaba sûper feliz, porque iba a poder seguir ahorrando y ya no habîa peligro, podîa llover todo y mi plata estaba ya asegurada!



En los dîas que siguieron, miraba a mi vecinita comiendo sandwhiches y bebiendo coca cola y comprando mucho eskimo, pero no me pareciô nada en especial, a lo mejor ella ya tenîa el regalo para su mamâ o le habîa dado a guardar su propio dinero a alguien mâs, asî que yo seguî ahorrando mis monedas de cinco pesos y cuando ya tenîa diez pesos los iba a ahorrar, recuerdo bien eso!, tenîan que ser monedas de 5 pesos y luego billetes de diez!



Un dîa antes del dîa de las madres me fui donde la vecinita a decirle que ya me podîa dar la plata, que iba a ir al mercado a comprarle el regalo a mi mamâ, ella me dijo que regresara mâs tarde, que le habîa dado a guardar los reales a su mamâ y que estaban en la gaveta del ropero y que ella no tenîa la llave. Yo me fui y regresé mâs tarde y la misma canciôn. Hasta en ese momento se vinieron las imâgenes de ella comiendo sandwhiches, bebiendo coca cola y comiendo tanto eskimo!!! 





Ese año no le di nada a mi mamâ, no podîa, no tenîa de dônde. Me sentî mal esa vez, porque habîa confiado en alguien y de cierta forma me traicionô, pero éramos chavalitos y tener “tanta” plata se hacîa muy peligroso en esos tiempos de tanta necesidad.... 

Ahora me da risa cada vez que pienso en esa situaciôn y curiosamente siempre me acuerdo de eso cuando se acerca el dîa de las madres!



Creo que ese año sôlo le di una flor que me robé del patio de esa vecina, al final no fue el gran robo, ella ya se lo habîa pagado mucho antes!




Esta anécdota me hace reir, nunca la habîa escrito y de hecho se la he contado como a dos o tres personas, pero ya que se acerca el dîa de las madres, es la oportunidad de compartirla.

Me despido diciendo: Feliz dîa de las madres a nuestras madres nicas y pues en especial a la mîa!

Feliz 30 de mayo!!!


Nota: 
Todas las fotos fueron extraîdas de internet. Ninguna fue hecha por mî.

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