Jorge
Vega ~
En
mis años maravillosos, cuando tenía menos de 26 años,
formaba parte de un grupo de “Agregados Culturales” en Managua.
Nosotros estábamos presentes en todas las actividades culturales
posibles, ya sea pagadas o gratuitas y cuando eran pagadas, nos las
ingeniábamos para que fueran gratis.
Recuerdo
que para muchos conciertos pagados, mis amigos llegaban como lluvia
que se anuncia de a poquito. Llegaban primero dos, después otros y
así sucesivamente, y nosotros los llevábamos religiosamente a una
sala y les decíamos que se tenían que quedar ahí sin hacer
ruído y ellos muy merecedores de su título de agregados
culturales, cumplían la regla sin protestar.
Cuando
el concierto empezaba, los agregados culturales salían y se
mezclaban con la muchedumbre. Todo se hacía entre planeado y no. A
veces no se sabía absolutamente nada, no se sabía quiénes iban a
llegar ni nada, pero cuando era día de concierto u otra actividad,
se les veía llegar bastante temprano y pues hay ciertos acuerdos
tácitos que respetar.
Uno
de esos conciertos memorables para mí, fue cuando ya era bastante
tarde, el concierto había comenzado y no había mucha gente en el
patio y los agregados culturales empezaban a sentir la necesidad de
salir de la guarida y así se hizo, sólo que en esta ocasión,
habían puesto unos brazaletes en la entrada y pues los agregados no
los tenían. Algunos se las ingeniaron para ponerse algo que
pareciera como brazaletes, otros tomaron el riesgo de no ponerse
nada.
Esa
noche los de seguridad encontraron a un agregado cultural que no
tenía brazalete y se lo pidieron y él se negó a presentarlo y una
colega vino en su defensa, después descubrí que él había dicho
que ni de los conciertos de artistas de renombre lo habían sacado
y que esa noche no iba a ser la excepción. Todo se resolvió y la
fiesta pudo seguir su rumbo habitual.
Hubieron
muchísimas salidas memorables con ese grupo de Agregados
Culturales. Hay muchísimas historias que contar, muchas
anécdotas súper cómicas. Eramos un grupo enorme, extra variado,
con personalidades tan diferentes.
Fuimos un grupo que medio rompía y medio respetaba las reglas, un grupo interesante donde siempre habían cosas que compartir. Creo que nadie de ese grupo puede negar que todos disfrutamos mucho de nuestra amistad, nuestra juventud y que todos nos sentimos orgullosos de haber sido parte del grupo de Agregados Culturales en la Managua del 2009.
Fuimos un grupo que medio rompía y medio respetaba las reglas, un grupo interesante donde siempre habían cosas que compartir. Creo que nadie de ese grupo puede negar que todos disfrutamos mucho de nuestra amistad, nuestra juventud y que todos nos sentimos orgullosos de haber sido parte del grupo de Agregados Culturales en la Managua del 2009.
¡Un saludo a la nostalgia!