Alondra
Desde hace algún tiempo atrás,
Tu cuerpo semidesnudo, me gusta apreciar.
Como tus brazos están tan altos,
No te los puedo tocar.
Tocar tu tronco semidesnudo, frente a tanta gente, me hace alucinar.
Ni modo, con verte y admirarte, mi sed debo saciar.
Me gustás desde hace mucho
Y no me da pena aceptar,
Que de tu fruto tan dulce
Quisiera probar.
Mas debo ser paciente
Si mi objetivo quiero alcanzar.
Porque bien sé que tu fruto exclusivo
Para mí solito, no está.
Esta situación no me entristece,
Porque sé que, muy pronto, mi boca probará,
El sabor de tu fruto, virgen y carnal.
Lo comeré y eso sin duda mi hambre saciará.
Y de alguna forma, en ese encuentro,
Nuestras almas se conectarán.
Y cada tarde después del almuerzo, en el mismo lugar,
Tu cuerpo semidesnudo, cubierto por esas hojas,
Me permitirás apreciar.
Jorge Vega