6 janv. 2008 16:27
Llegó, sabía que llegaría, lo sabía incluso antes que dejará su país, sabía que ese día llegaría en el cual se volverían a ver. No la esperaba con tantas ansías. Su llegada marcaba el final de su estadía y al verla entendió que todo había llegado a su fin. Lo que había conocido, lo que al principio había sido extraño, diferente, difícil quizá, ya no lo era más, lo difícil sería tener que regresar, dejar todo y empezar de nuevo.
La idea de regresar era aterradora,no tenía miedo de partir, sino tener que dejar a las personas que había visto, a todas las que le habían dado su corazón, que lee habían abierto las puertas de sus almas sinceras, tiernas y en ocasiones tan alucinantes.
Fue en Julio cuando la conocí, celebrábamos con alegría la revolución francesa, participaba igual a pesar de no ser francés, la conocí gracias a Anne, resultó ser tan agradable que en menos de lo que se suelen establecer las relaciones humanas ya éramos amigos intimos, no nos podíamos separar más.
Llegué con una valija pesada no tanto como mis sueños, pero fuerte para mi débil cuerpo. Son tan dificiles las despedidas.El viaje se acabó. Respiro aún.
Estrasburgo, Febrero 7.
Llegó, sabía que llegaría, lo sabía incluso antes que dejará su país, sabía que ese día llegaría en el cual se volverían a ver. No la esperaba con tantas ansías. Su llegada marcaba el final de su estadía y al verla entendió que todo había llegado a su fin. Lo que había conocido, lo que al principio había sido extraño, diferente, difícil quizá, ya no lo era más, lo difícil sería tener que regresar, dejar todo y empezar de nuevo.
La idea de regresar era aterradora,no tenía miedo de partir, sino tener que dejar a las personas que había visto, a todas las que le habían dado su corazón, que lee habían abierto las puertas de sus almas sinceras, tiernas y en ocasiones tan alucinantes.
Fue en Julio cuando la conocí, celebrábamos con alegría la revolución francesa, participaba igual a pesar de no ser francés, la conocí gracias a Anne, resultó ser tan agradable que en menos de lo que se suelen establecer las relaciones humanas ya éramos amigos intimos, no nos podíamos separar más.
Llegué con una valija pesada no tanto como mis sueños, pero fuerte para mi débil cuerpo. Son tan dificiles las despedidas.El viaje se acabó. Respiro aún.
Estrasburgo, Febrero 7.