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Aquel viaje de abril


Jorge Vega

Estaba en su cuarto escuchando música y leyendo como de costumbre, cuando Francisco, el muevo chico del piso pasó y le sonrió, siguieron el diálogo del guión de los encuentros aunque sin tantos formalismos. No se vieron durante todo el día sino hasta pasada las 11 de la noche. Salieron con otros amigos, tomaron más que lo normal y hablaron de todo y nada. Luego se sentaron a solas y se confiaron secretos íntimos. ¡Increíble como pudieron hacerse amigos tan rápido!, tenían muchas cosas en común quizás o simplemente el destino les tenía planeado ese encuentro. Por el resto de la noche olvidaron sus nombres, costumbres, tabúes y se unieron como un colibrí a una flor, se amaron y al amanecer sus cuerpos estaban aún unidos, el primer impulso fue una delicada caricia en el cabello y espalda respectivamente. Esta mal enamorarse de alguien que no te corresponde, peor aún si sabés que está sólo de paso, ambos lo sabían, pero uno de los dos de arrancó los ojos y no veía más que con el corazón.
Pasaron juntos por cuatro semanas, viéndose unos días y evitándose otros. Sus encuentros fueron la mayor parte del tiempo por las noches, tiempo en el que los instintos renacían y les unía. Eran una especie de murciélago en busca de líquido para saciar su sed, uno dependía del otro, se necesitaban por las noches para matar de un golpe certero la monotonía y la soledad.
El recuerdo más lindo para ambos fue la última noche que se vieron y bailaron hasta el amanecer. Los últimos besos y abrazos, todo anunciaba el fin de su estadía, su partida era inevitable y así ocurrió. Se fue y no regresó más. Dicen que se casó en un país del norte y vivió feliz por mucho tiempo y cuentan que cada vez que veía las fotos del chico de cabello largo, un dulce recuero se apoderaba de él y una sonrisa brotaba de su corazón.

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Memorias del confinamiento en Francia...

Por: Jorge VEGA| Durante el confinamiento en Francia, por el tema del Covid, se implementó el uso de un certificado de desplazamiento, con carácter obligatorio, para poder tener derecho a salir de tu casa. Habían diferentes motivos : -Desplazamiento entre el domicilio y el lugar de trabajo cuando uno no podía trabajar desde la casa (teletrabajo). -Desplazamiento para ir a hacer compras de primera necesidad en establecimientos autorizados. -Desplazamientos por razones de salud. -Desplazamientos por motivos familiares. -Desplazamientos cortos, cercanos al domicilio, para poder caminar un poco solo o con su mascota. Todas las calles estaban súper vacías, porque uno tenía miedo de lo que estaba pasando. El certificado de desplazamiento para poder salir de tu casa, te permitía poder ''respirar'' un poco, poder ir a trabajar en físico (para los que no tenían otra opción), poder ver tu barrio, ir al supermercado... Durante el confinamiento mi impresora no funciona...

Amsterdam, la capital de colores

Jorge Vega~ Me gusta viajar. Esa es una de las cosas que más me gustan. Me gusta viajar, porque al viajar conocés otras cosas, ves formas diferentes de hacer las cosas, escuchás otro idioma o si es tu mismo idioma escuchás otras formas de hablar, otros acentos, otras formas de llamar a las cosas, otros olores, sabores... He tenido la suerte de viajar por varios países, no tantos como quisiera, pero en definitiva que esa es una riqueza cultural enorme, vas llenando tu mochila de nuevos destinos y te das cuenta que después de cada viaje regresás cansado, pero renovado y con una gran sonrisa. Hace poco fui a Amsterdam en los Países Bajos, y esa ciudad me gustó mucho. Uno de los aspectos más cautivadores, además de sus canales y de sus bicletas, fue el hecho de ver que las personas sacaban sus sillas y sus mesas y se sentaban en las calles, como nosotros en Nicaragua que nos sentamos en las aceras de las casas. Yo juraba que ese tipo de cosas sólo se hacían e...

¿Qué ruta pasa por el Hospital Militar?

¿Qué ruta pasa por el Hospital Militar? Jorge VEGA Nuestro sistema de transporte está limitado a los conocimientos de los mismos pobladores, conductores de buses y vendedores quienes pueden ayudarte o no a encontrar el bus correcto para que te lleve al sitio que necesitás. Parece mentira, pero dicho sistema te ayuda y “resuelve”, y en el caso de andar perdido, pues le preguntás a alguien; “señor, qué ruta pasa por el....?, y listo, como somos gente muy amable, incluso vamos a dar una respuesta, aunque en ocasiones no sepamos la misma. Estando en Francia, país que cuenta con un sistema de buses muy desarrollado, con estructuras fijas (horarios, destino de líneas, planos de destinos), se me hacía fácil perderme. Parece ilógico, pero es así, al estar acostumbrado a preguntar nos empezamos a hacer dependientes de los demás, no creo que sea malo, pero en ciertos momentos del día y con las preocupaciones de los nuevos tiempos creo que un pequeño “gran” cambio nos ayudaría y desarrollaría el ...

Soy uno cuando estoy solo y dos ….

Por: Jorge VEGA| Hemos pasado memorizando poco a poco esta canción, para aprender los números en español. Es para una clase de la escuela y ellos están estudiando por primera vez español y como son niños, trato de hacerles actividades lúdicas que sean diferentes y tranquilas, para que vean que el español es un bonito idioma y que sientan el gusto por aprenderlo. Aquí el video: Aquí el texto: Soy uno cuando estoy solo y dos si tú estás conmigo somos tres si somos dos y viene algún otro amigo. Cuatro las patas del perro, cinco dedos de mi mano y seis los años que tengo y siete los de mi hermano. Ocho pies tiene la araña, nueve son tres veces tres. Y si esto bien me lo aprendo me voy a sacar un diez , me voy a sacar un diez . Nota: Ni el video ni el texto son míos.